La importancia de las muestras... precisamente esta semana se debatía sobre ello en un grupo de tejedoras.
A medida que he ido profundizando en las técnicas y los proyectos de punto, confirmo lo que mis diferentes profes y amigas tejedoras me enseñaban: sí hay que hacer muestra.
El hecho de que midas el ancho o ajustes, también, el número de filas, el modo de bloquear... puede determinar que una chaqueta te valga o que un tanga le valga a tu sorprendida.
Así que esta semana tocó probar la lana para el patrón elegido. Ahí me tenéis en la primera intentona... Porque... es fácil tejerte unos calcetines para ti: ¡tu pie "está a mano"!
Pero, ¿para sorprender a alguien? ¡Eso ya es harina de otro costal!.
El resultado fue rotundo: había que cambiar de lana para el patrón elegido... o había que cambiar de patrón... o había que redimensionar el patrón. Esta última opción la he abordado en varias ocasiones pero, sinceramente, en esta ocasión... son ganas de complicarme. Así que, siempre pensando en sacar una sonrisa de mi sorprendida, abordé las otras dos alternativas: he encargado una nueva lana y no he parado de mirar patrones....
Pero... si lo contara todo hoy... no sería sorpresa, ¿no?
Os dejo un vídeo muy divertido de lo que básicamente es una tejedora. Si os sentís identificadas, sopesaremos seriamente una de las preguntas del vídeo: ¿existen "tejedoras anónimas"? :)
A medida que he ido profundizando en las técnicas y los proyectos de punto, confirmo lo que mis diferentes profes y amigas tejedoras me enseñaban: sí hay que hacer muestra.
El hecho de que midas el ancho o ajustes, también, el número de filas, el modo de bloquear... puede determinar que una chaqueta te valga o que un tanga le valga a tu sorprendida.
Así que esta semana tocó probar la lana para el patrón elegido. Ahí me tenéis en la primera intentona... Porque... es fácil tejerte unos calcetines para ti: ¡tu pie "está a mano"!
Pero, ¿para sorprender a alguien? ¡Eso ya es harina de otro costal!.
El resultado fue rotundo: había que cambiar de lana para el patrón elegido... o había que cambiar de patrón... o había que redimensionar el patrón. Esta última opción la he abordado en varias ocasiones pero, sinceramente, en esta ocasión... son ganas de complicarme. Así que, siempre pensando en sacar una sonrisa de mi sorprendida, abordé las otras dos alternativas: he encargado una nueva lana y no he parado de mirar patrones....
Pero... si lo contara todo hoy... no sería sorpresa, ¿no?
Os dejo un vídeo muy divertido de lo que básicamente es una tejedora. Si os sentís identificadas, sopesaremos seriamente una de las preguntas del vídeo: ¿existen "tejedoras anónimas"? :)